El sistema linfático es una parte importante del sistema inmunitario que forma parte del sistema circulatorio que su principal función es producir y transportar la linfa, un liquido amarillo claro que proviene de la sangre, irrigando los tejidos blandos y regresando al torrente sanguíneo.
Las funciones del sistema linfático son: Filtrar los
microbios que causan enfermedades, produce glóbulos blancos y anticuerpos,
distribuye los líquidos y nutrientes por todo el cuerpo, recoge todo el exceso
de liquido y proteína de los tejidos para que no se obstruyan, la linfa circula
a través de los vasos capilares y llena los espacios que hay entre las células,
y esto se logra gracias a la presión del sistema circulatorio y el movimiento
natural de los músculos.
Es importante saber que este sistema elimina sus desechos y
toxinas a través de la vejiga, los intestinos,
pulmones y la piel. El sistema linfático es vital tanto para la
desintoxicación como para el buen estado del sistema inmune ya que si no esta funcionando
correctamente se pueden desarrollar una amplia gama de enfermedades.
Es muy fácil saber cuando tenemos un sistema linfático que
no funciona correctamente ya que incluye hinchazón o edema, inflamación de los
ganglios, tendencia a infecciones o virus , amigdalitis recurrentes y tendencia
al estreñimiento.
Basado en todo lo anterior podemos concluir que es vital tener un sistema linfático en buen
funcionamiento y para eso le damos las siguientes recomendaciones:
Manejar el estrés de forma saludable ya que ha sido
identificado con una causa del 80% del total de todas las enfermedades. La
química que se produce en nuestro cuerpo por causa del estrés es degenerativa y
congestiona el sistema linfático.
Realizar ejercicio físico regular crean un movimiento
vigoroso en el cuerpo necesario para
estimular la eliminación de
residuos y el flujo de liquido linfático.
Tomar mucho agua ya que ésta ayuda a que haya una mejor
irrigación ayudando así a una mejor desintoxicación.
Llevar una dieta sana rica en frutas, verduras especialmente
las de hojas verdes por su contenido en clorofila ya que nos suministran
importantes vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes.
Consumir
ácidos grasos esenciales en forma de aceite de oliva, nueces, almendras y
aguacate necesarios para una función linfática adecuada.
Eliminar lo más que se pueda de la dieta diaria los
conservantes, edulcorantes artificiales, harinas refinadas, azúcar, productos
químicos y el exceso de alimentos procesados ya que presionan innecesariamente
el sistema linfático.
Respirar profundamente ya que promueva la circulación de
fluidos a través del sistema linfático y proporciona oxigeno fresco a nuestro
pulmones .
En el Centro Médico Adaptógeno y la Medicina Sistémica
contamos con dos formulas herbolarias magistrales: CIRCULAT e INMUNOLOGYX, que
juntas nos ayudan a tener un sistema linfático sano y en buen funcionamiento.